Dieta de la Clínica Mayo
La dieta de la Clínica Mayo ha sido famosa durante muchos años y a pesar
del nombre referente a la Clínica Mayo, esta institución no se identifica con
este régimen dietético. Consiste en seguir una dieta en la que los huevos son
el alimento principal de esta dieta, pudiendo comerse entre 4 y 6 diarios. Otros
alimentos que componen el menú son pescados, aves, carnes, verduras,
frutas, frutos secos y productos integrales. Todos ellos cocinados sin grasas.
El té y el café son las únicas bebidas autorizadas, y quedan excluidos los
productos lácteos, lo que reduce de manera importante la ingestión de calcio.
Esta dieta suele provocar un efecto rebote, caracterizado por una rápida
ganancia de peso, que se traduce en un aumento de masa grasa y pérdida de
masa muscular. Esto obedece a que el metabolismo se adapta a la
disminución drástica de la ingestión de energía mediante una disminución del
gasto energético. Al aportar pocas calorías, del orden de 1200 calorías diarias,
el riesgo para la salud es grande, ya que la grasa se quema muy rápido y
pueden producirse cuadros de acidosis (acidificación del pH de la sangre) y
cetosis (presencia de cuerpos cetónicos en sangre).
Dada la escasa oferta de alimentos que contiene suele considerarse
monótona, por lo que se abandona al poco tiempo, además de presentar
numerosas deficiencias en nutrientes, sobre todo si se prolongan por largos
períodos de tiempo.
La exclusión de leche y productos lácteos (queso, yogures, etc.) determina
deficiencias de calcio y, en consecuencia, riesgo de osteoporosis e
hipertensión.
Además, el contenido proteico de esta dieta es superior al doble de lo
recomendado (entre un 10-15% de la energía que aporta la dieta debe
proceder de las proteínas, debiendo combinarse proteínas de origen animal y
vegetal), lo que puede suponer, además de una sobrecarga renal, una
ingestión insuficiente de otros nutrientes esenciales.
Información elaborada por un grupo de trabajo del Comité Científico de
AESAN integrado por la Organización Médica Colegial (OMC), el Consejo
General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), la Sociedad
Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), la Sociedad Española
de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Federación Española de
Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD)
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