Artritis
Los tipos más comunes de artritis son la artritis reumatoide y la osteoartritis. La artritis reumatoide (AR) es una
enfermedad sistémica de tipo inflamatorio que se manifiesta en múltiples articulaciones del cuerpo. Se cree que
es el resultado de una respuesta inmune defectuosa y los cambios en los estilos de vida como el ejercicio no
tienen mucho resultado sobre el control de los síntomas.
La osteoartritis (OA) se caracteriza por la degeneración del cartílago, el tejido duro y resbaloso que cubre los
extremos de los huesos donde convergen para formar una articulación. El cartílago sano permite a los huesos
deslizarse entre sí y absorbe la energía de los impactos del movimiento físico. En la OA, la capa superficial del
cartílago se rompe y se desgasta, lo cual permite que los huesos bajo el cartílago friccionen, causando dolor,
inflamación y pérdida de movimiento en la articulación.
Las articulaciones más comúnmente afectadas son las rodillas, caderas, así como las de las manos y columna
vertebral. El inicio de la OA es gradual y por lo general comienza después de los 40 años. Actualmente, no hay
cura para la OA; sin embargo, existe tratamiento para aliviar los síntomas y ello puede incluir una combinación
de: educación del paciente, terapia física, control de peso y uso de medicamentos.
Síntomas de la osteoartritis
Quienes padecen de OA normalmente presentan dolor en las articulaciones y ciertas limitaciones en el
movimiento. En algunas personas, la OA se desarrolla rápidamente; sin embargo, en la mayoría de las personas,
el daño articular ocurre gradualmente, con los años. La OA puede ser relativamente leve e interferir poco con la
vida diaria, pero también puede producir mucho dolor y discapacidad.
Los signos de advertencia de la OA incluyen: rigidez en una articulación al levantarse de la cama o al estar
sentado por mucho tiempo, inflamación en una o más articulaciones, y una sensación de chirrido o el sonido de
fricción entre dos huesos. En etapas iniciales de la enfermedad, la persona puede sentir dolor después de hacer
un trabajo físico o ejercicio. Posteriormente, el dolor de la articulación puede volverse más persistente.
El diagnóstico temprano y el control adecuado de la artritis, incluidas las actividades de autocontrol de la
enfermedad, pueden ayudar a las personas con artritis a reducir el dolor, mejorar la función y mantenerse
productivas. Si usted presenta síntomas de OA, consulte a su médico y comience el debido control de su
condición médica.
Prevención y control de la osteoartritis
Las investigaciones han demostrado que la actividad física, como la rutina de actividad fisica, disminuye el dolor, mejora la
función y retrasa la discapacidad. La actividad física también ayuda a mantener un peso adecuado y las
investigaciones sugieren además que mantener un peso saludable reduce el riesgo de desarrollar OA y reduce
su avance.
Muchos estadounidenses utilizan suplementos nutricionales, como la glucosamina y la condroitina, con la
esperanza de mejorar el dolor articular. En investigaciones llevadas a cabo por el Laboratorio de Ejercicios y
Nutrición Deportiva (Exercise and Sports Nutrition Laboratory) en Texas A&M University*, se ha demostrado que
los suplementos de soporte JCT de de actividad fisica, que incluyen glucosamina y condroitina, también aportan beneficios
terapéuticos en la reducción del dolor.
Osteoartritis y ejercicio
El ejercicio es uno de los mejores tratamientos para la OA. El ejercicio puede mejorar el estado de ánimo y el
optimismo, reducir el dolor, aumentar la flexibilidad, fortalecer el corazón y mejorar el flujo sanguíneo, mantener
el peso y mejorar el bienestar físico en general. La cantidad y la forma de ejercicio adecuados para usted
dependerán de las articulaciones comprometidas, de qué tan estables estén las articulaciones y de si usted ha
sufrido el reemplazo quirúrgico de alguna articulación. Su médico o su terapista físico pueden ayudarle a
desarrollar una rutina de acondicionamiento físico adecuada para usted.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention - CDC)
recomiendan al menos 30 minutos de actividad física tres veces por semana, lo cual puede obtener acudiendo a
un centro de actividad fisica.
Las recomendaciones generales incluyen:
· Hacer 30 minutos de actividad aeróbica dos o tres veces por semana (las tres rutinas por semana de
de actividad fisica cumplen esta recomendación)
· Hacer entrenamiento de fuerza una o dos veces por semana (o, completar las rutinas de de actividad fisica para
este beneficio adicional)
· Incluir ejercicios de flexibilidad o estiramientos (esto es parte de la rutina completa de de actividad fisica)
· Evitar actividades de alto impacto o las que requieran movimientos repentinos, de esfuerzo
Pregunte a su médico o a su fisioterapeuta cuáles son los lineamientos a seguir para ejercitarse cuando una
articulación está adolorida o si presenta inflamación. Asimismo, compruebe si puede utilizar fármacos para el
alivio del dolor o hielo después de ejercitarse.
* Hasta la fecha, el Laboratorio de Ejercicios y Nutrición Deportiva (Exercise and Sports Nutrition Laboratory) de
Texas A&M University, dirigido por el Dr. Richard Kreider, Ph.D. y miembro del Colegio Norteamericano de
Medicina Deportiva, ha llevado a cabo numerosos estudios que analizan el programa de actividad fisica. Para más
información sobre esta investigación.
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