A manera de prólogo
Esta serie de encuentros pretenden ser algo más que espacios académicos de
divulgación científica, o de construcción de conocimientos, pretenden ser
momentos de reflexión sobre el rol pedagógico de los entrenadores, profesores
de educación física y kinesiólogos y su relación con la salud, las conductas
personales y el medio ambiente.
Una invitación a plantear los temas de la actividad física orientada a la
salud desde una visión educativa que recoja el reto que supone una educación
emancipatoria.
Veamos: Copiar apresuradamente un determinado estilo de vida, le ha
reportado a los países del Tercer Mundo, quizá mas calamidades que beneficios.
Así, apenas si hemos disminuido la incidencia de las seculares enfermedades
transmisibles adoptamos masivamente las enfermedades (no transmisibles)
llamadas de "la civilización", responsables del 40-50% de la mortalidad total.
Abrumados por la doble carga que esto significa, ante la perspectiva de un
aumento de la población añosa y el quebranto de los sistemas de salud; y
habida cuenta de considerar la salud, como una tarea personal y colectiva
en la que el éxito depende en gran parte del resultado del conocimiento de uno
mismo, la autodisciplina y los recursos internos... Se justifica la
necesidad de incluir programas educativos sobre actividad física orientada a
la salud en las escuelas. Unicas instituciones que acogen la totalidad de la
población durante los primeros años de vida, cuando la receptividad es óptima
para incorporar hábitos de comportamientos sanos y adoptar un estilo de vida
natural.
La educación para la salud, entendida... "como una manera de vivir cada vez
más autónoma, más solidaria, más gozosa"..., en la escuela y en los clubes
debe ser parte del entrenamiento de las práctica deportivas y de la educación
física.
Desafío que obliga a los profesores y entrenadores a aprender/enseñar desde
una concepción esférica de la educación, no como modelo educativo, o método de
entrenamiento, sino como modo de abordar la práctica educativa desde una
perspectiva globalizadora, en cuanto tiende a integrar todas las dimensiones
substanciales del ser humano.
Se preguntarán: ¿qué tiene que ver la concepción esférica u holística-ecológica,
con la actividad física y la salud, ¿Porqué debemos incursionar en la
epistemología, la filosofía, la pedagogía, la ética, y la ecología, si
parecería que la cuestión de la salud pivotea, prima fascie, en torno de la
posibilidad de lograr determinados y favorables procesos de adaptación
funcional y orgánica? Muchas cosas y habilidades se incorporan durante vuestra
carrera por el simple hecho de aprender una destreza que les permita hacer o
utilizar algo; en la mayoría de los casos para capacitarse y obtener ventajas
competitivas. De otras tantas podemos prescindir y vivir tranquilos. Pero, hay
otras cosas que hay saberlas por que en ello nos va la vida, porque si bien
tienen que ver con nuestro hacer profesional, más tienen que ver con el ser y
hacer cotidiano.
Reflexionemos...
- ¿Podemos seguir subordinando "cartesianamente" el desarrollo integral de
la persona, dedicando todo el tiempo solo a mejorar el rendimiento físico?
- ¿Podemos seguir evaluando a las personas solo desde la perspectiva del
rendimiento motriz?.
- ¿Podemos seguir fomentando el darwinismo social mandando al arco al
"gordito" o aprobando al "patadura" con una monografía de los juegos
olímpicos?
- ¿Podemos seguir malogrando esas únicas dos hermosas oportunidades
semanales escolares para desarrollar el gusto por el movimiento?
- ¿Podemos seguir enfatizando la diferencia entre los más y los menos
capaces, los más y los menos habilidosos?
- ¿Podemos dejar que los niños y adolescentes pierdan el gusto por
moverse, por jugar, por reírse?
Podemos, claro... si queremos una transformación sin cambio, o sea
favorecer la continuidad de las actividades tradicionales y no llegar a
cambiar los estratos más profundos implicados en el cambio: el de las
ideologías y de las creencias.
No pretendemos pontificar sobre un modelo de comportamiento, solo se trata
de ir ganando espacio en la conciencia de cada uno de nosotros para ser, hacer
y aprender a aprender de otro modo. En pocas palabras tratar de dar
testimonio, lo que equivale a conjugar en un mismo acto, ser, hacer y decir.
Pero, para vivir de otro modo hay que revisar nuestras creencias y
concepciones. Concebir al cosmos, al hombre, la salud/enfermedad y la
educación de otra manera, no como un amontonamiento casi infinito de espacios
investigables, sino como una totalidad. Se infiere que esta manera de conocer
el cosmos, el hombre, la salud, la educación, en definitiva la realidad, que
hoy parece obvia, es y será como todas las cosas obvias, tardíamente
asimiladas. Esta miopía, es quizá, una de las restricciones más limitantes,
perjudiciales y omnipresentes de la cultura de occidente. La concepción
holística o totalizadora cuestiona a la ciencia, como un conjunto de
disciplinas separadas para dar respuesta al mundo. Ocurre que los hechos en la
realidad se dan todos juntos, sin preocuparse de cual es la ciencia que los
estudia. La concepción holística o integral cuestiona al reduccionismo de los
especialistas que saben todo de casi nada.
¿Qué ganamos y que perdimos con la especialización? Ganamos una altísima
tecnología y perdimos la cosmovisión.
Los cultores del movimiento no somos una excepción, de tal manera que, ora
ultraespecializamos a los hombres, so pretexto de conseguir la gloria
deportiva, tras el citius, altius fortius; ora optimizamos la capacidad de
rendimiento, so pretexto de promover la salud, exhaltando el hedonismo y
fomentando el mesianismo de la salud.
Pero,...
- No nos preocupa la ética, entendida como el arte de saber vivir,
- No somos capaces de ayudar a encontrar en la vida todo el encantamiento
y poesía que pueda tener,
- ¿Seremos capaces de una propuesta pedagógica que apunte a la
transformación social, en un nuevo orden, más justo, fraterno y libre?
- ¿Podremos brindar algunos elementos para gustar de las cosas simples de
la vida?
- ¿Seremos capaces de aprender/enseñar a manejar nuestro "oikos"
(entendido como casa pequeña: nuestro cuerpo y casa grande: nuestro entorno)
sobre bases más claras, limpias, sanas y manejables?
Lalonde, M. (1996), concluyó que la salud de una comunidad viene
determinada por la intersección de cuatro variables: la biología humana, el
medio ambiente, la asistencia sanitaria y el estilo de vida. De estos cuatro
determinantes, el que más afecta a la salud de las personas, es el estilo de
vida.
La idea entonces, es plantear la tarea común en torno de algunos hechos
simples, relativos a nuestro modo de vivir, sobre los que podemos actuar.
Hechos esencialmente humanos como estar vivos y mantenerse sanos. Lo que en el
ámbito personal significa recuperar el dominio del cuerpo y de la mente a
través de la vuelta a la naturaleza, a una comida simple, al ejercicio
vigorizante, a la sensibilidad integral, a la solidaridad horizontal.
A nivel general el tema es más simple y a la vez más complejo. Más simple
por que los lineamientos son claros:
- Para estar vivos necesitamos comer comida y no plásticos, beber agua y
no desinfectante, respirar aire y no smog, y movernos un poco.
- Para sentirnos vivos debemos creer en algo y amar a alguien.
Para ello debemos recuperar, no solo el cuerpo, sino los ríos, las tierras,
los bosques, sanear el ambiente y transformar la sociedad y el corazón del
hombre. El enunciado es simple, lo complejo es ponerse en marcha
solidariamente.
Debemos remarcar que, si bien ponemos el acento en nosotros mismos
(perspectiva holísta), debemos preocuparnos igualmente por la naturaleza
(perspectiva ecológica), ya que nosotros mismos somos naturaleza; "...la
Tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la Tierra..., lo que
ocurra a la Tierra, ocurrirá a los hijos de la Tierra..." (Seattle de los
Suwamish, 1855)1 y entender que el punto de corte entre naturaleza
y sociedad es nuestro cuerpo. "La salud del hombre refleja la salud de la
tierra" (Heráclito de Efeso, 540 - 480 a. C)
Insistimos nuevamente que, no hay distinción entre naturaleza y cultura, y
que la biología y los valores no deben ser considerados como mundos
contrapuestos, porque los valores provienen de nuestra propia condición
humana. Esto explica por que la preocupación por la salud, parte desde el
consumo de cigarrillos, sigue por conducir sin abrocharse el cinturón de
seguridad y llega al tema del sedentarismo, precisamente por esta concepción
para lo cual el cambio de escala no significa precisamente un cambio
cualitativo, se trata de tres agresiones a la vida. Esto se vincula con una
actitud de hacernos más humanos.
Entonces, comer naturalmente, practicar yoga, salir a trotar, hacer tai chi,
abrocharse el cinturón, tener buen humor, y amar al prójimo forma parte de una
actitud de defenderse de una sociedad que promueve, no solo la rentabilidad y
el tener como valores, y nos arroja perversamente unos contra otros, produce
toneladas de basura, arrasa montes, contamina ríos, sino que produce estrés,
insomnio, infartos, úlceras, demasiados accidentes de tránsito, no puede
controlar el Sida y no se preocupa por controlar el hambre.
Enseñar/aprender a respirar, a reír, a relajarse, en definitiva a ayudar a
los órganos internos a funcionar a su ritmo y considerar al prójimo como parte
de uno y uno mismo parte de la naturaleza, no es una actitud naif e ingenua,
es en realidad una concepción globalizadora, una toma de posición ante la
sociedad y por ende un desafío político.
INTRODUCCIÓN
El hombre moderno, en su afán tecnológico ha olvidado, al parecer, su
condición biológica; olvido que le adjudica no pocos trastornos funcionales y
le restan su capacidad Tal los actuales avances de la fisiología del
ejercicio, la educación física y la medicina del deporte, estas disfunciones
pueden ser obviadas, en parte, por medio de la actividad física o el
ejercicio. Que se concreta, entre otros agentes, a través de la danza, el
deporte, la gimnasia, el entrenamiento; medios que en la actualidad han venido
a reemplazar, el trabajo físico por la necesidad de subsistencia de antaño.
Los propósitos que justifican la realización de este trabajo, resulta no
tanto del afán de ir encontrando nuevos y adecuados conocimientos de la
Kinefilaxia, esenciales para la implementación de los agentes del movimiento;
como de la necesidad de una educación para el movimiento natural y
sistemático, con efectivos alcances preventivo-higiénicos de los escolares en
particular y de la población en general.
La actividad física ha sido usada tradicionalmente para la rehabilitación y
casi siempre con fines utilitarios y en los últimos tiempos para forzar los
limites del rendimiento humano. Hoy, se propone satisfacer los intereses de la
mayoría, del hombre sedentario, no deportista, que empero reclama tácitamente,
una compensación accesible, atractiva, suficientemente estimulante y
singularmente dosificada.
Tal panorama, obliga a los profesores de educación física, kinesiólogos y
entrenadores a tener bien claro, que tales estímulos funcionales deberán ser
aplicados en armonía con la naturaleza humana, aprovechando posibilidades,
cubriendo carencias y respetando las limitaciones de cada caso. Pero, también,
impone a docentes y maestros a conocer/hacer el movimiento como componente
vital para la realización del hombre. La formación de recursos humanos con un
sólido respaldo teórico, suficiente experiencia práctica y una postura
crítica/reflexiva sobre sus creencias, contribuirá a estimular el movimiento
hacia una sociedad más dinámica y sana.
Abordar la relación existente entre el movimiento corporal y la salud
supone conectar datos provenientes de diversos campos del conocimiento que nos
irán permitiendo elaborar un constructo (referente teórico) necesario para
confrontar con los datos de la realidad (referente empírico).
1. A los solos efectos de otorgarle coherencia y facilitar la
comprensión de nuestra postura, creemos necesario, abordar el tema de la
naturaleza de la realidad en general, y la de la consciencia en particular,
"como un todo coherente el cual nunca es estático y completo, sino que es un
proceso interminable de movimiento y despliegue"2, y que nos
facilita entender la relación entre pensamiento y realidad.
Fragmentación vs. Totalidad: Hacia una cosmovisión
Siempre ha sido necesario para el hombre, y propio de su pensamiento el
dividir las cosas hasta cierto punto, y el separarlas para reducir sus
problemas a unas proporciones manejables, porque, es evidente que, si
intentáramos tratar con toda la realidad a la vez en nuestra técnica práctica,
nos estancaríamos en ella.
De modo que, en cierto sentido, la creación de temas especiales de estudio
y la división del trabajo fueron pasos importantes hacia delante. Incluso al
principio, la primera vez que el hombre se dio cuenta de que él no era
exactamente lo mismo que la naturaleza, dio un paso crucial, porque ello le
hizo posible una especie de autonomía mental que le permitió llegar más allá
de los límites inmediatos que le imponía la misma naturaleza, al principio con
su imaginación y, más recientemente, con su trabajo práctico. Sin embargo,
esta especie de habilidad que tiene el hombre para separarse de su entorno y
para dividir y distribuir las cosas le ha llevado últimamente a un campo de
resultados negativos y destructores, porque el hombre ha perdido la
consciencia de lo que está haciendo y, por tanto, ha extendido el proceso de
división más allá de los límites dentro de los cuales funciona correctamente.
En lo esencial, el proceso de división es una manera de pensar sobre las
cosas adecuada y útil principalmente para las actividades prácticas, técnicas
y funcionales.
Dice con meridiana claridad Edgard Morin (1997): "Hay que seleccionar,
focalizar en lo real, pero saber que focalizamos y seleccionamos. Lo
importante es saber permanentemente, acordarse que recorto, reduzco,
simplifico por razones prácticas y no para extraer la quintaesencia de la
realidad"3 Guiado por un concepto fragmentario de su propio mundo,
el hombre intenta romperse ha si mismo y su mundo para que todo parezca
corresponder a su modo de pensar.
Es instructivo, a modo de ejemplo, considerar que la palabra inglesa health
(salud) procede de la palabra anglosajona hale que significa whole (en inglés,
"todo"). Es decir, estar saludable es estar completo, lo cual es
aproximadamente el equivalente del hebreo shalem. De un modo parecido, la
palabra inglesa holy (sagrado) tiene la misma raíz que whole. Todo esto
significa que el hombre siempre ha sentido que su plenitud o integridad era de
una necesidad absoluta para que la vida valiera la pena de ser vivida. A pesar
de ello, consuetudinariamente ha vivido en la fragmentación desde tiempos
inmemoriales.
Desde luego, nuestra visión general del mundo no es el único factor que
importa en este contexto. Es cierto que hay que prestar atención a muchos
otros factores, como son las emociones, las actividades físicas, las
relaciones humanas, las organizaciones sociales, etc. Pero, tal vez porque
tenemos ahora un concepto del mundo como de algo no coherente, existe la
tendencia generalizada a ignorar también la importancia psicológica y social
de tales cuestiones. Lo que estamos sugiriendo es que una apropiada visión del
mundo, adecuada a nuestro tiempo, es conditio sine qua non para conseguir la
armonía del individuo y también de la sociedad como un todo.
2. El segundo considerando a poner en común, que le otorga sentido a
esta tésis, es una idea de hombre que no separe tanto el alma del cuerpo, la
materia del espíritu. Habida cuenta que la física ha disuelto la diferencia,
antes radical, entre materia y energía, parece haber llegado la hora de
liberarnos un poco de dualismo griego, del cuerpo y el alma y hablarle al
hombre, cuerpo y alma, y hablarle como hombre, con el cuerpo y el alma.
El hombre, su lugar en el cosmos
Pensar al hombre como una suma de partes, es un reduccionismo peligroso
cuando no insatisfactorio. Ni aún un automóvil puede ser pensado así, pues
todos sabemos que, aunque construidos por la misma fábrica y los mismos
mecánicos, los resultados varían de una unidad a otra. Que decir entonces de
este complejísimo ser, cuyo proceso creacional, inconcluso aún, se pierde en
los albores de los tiempo y nos ha llegado a constituir como sujetos bio-psico-socio-espirituales.
Evidentemente, nos resulta fácil pensarnos como un substrato biológico,
sobre el cual se asientan determinadas cualidades como por ejemplo: La
inteligencia, el habla, los sentidos, una psiquis, un alma, el deseo, y otras
muchas, confundiendo lo que somos, con las distintas miradas que intentan
explicarnos. "El hombre piensa, sufre, ama, admira y ora a la vez con su
cerebro y sus órganos"4
Lo cierto es que por mucho que nos pese somos un modesto todo, inconcluso
aún, a su vez único e irrepetible, no sumable y que lucha lleno de angustia
por trascender. (J. Guridi, 1994)
Su lugar
El hombre, por lo que respecta a su cuerpo y a sus funciones fisiológicas,
pertenece al reino animal. La posición erecta, la oposición del pulgar, el
aumento del volumen encefálico y el dominio del lenguaje no fueron suficientes
logros para emanciparlo de los animales. Fue la autoconciencia, la razón y la
imaginación las que rompieron la armonía que caracteriza a la existencia
animal. Su aparición convirtió al hombre en una anomalía, en un capricho del
universo.
El hombre forma parte de la naturaleza, está sujeto a sus leyes físicas y
no puede modificarlas, pero trasciende todo el resto de la naturaleza. Aunque
forma parte de ella, está situado aparte; no tiene casa pero está encadenado
al medio que comparte con todas las criaturas.
Como tiene conciencia de si mismo, se da cuenta de su importancia y de las
limitaciones de su existencia. Prevé su propio fin: la muerte. Nunca está
libre de la dicotomía de su existencia: no puede librarse de su alma, aunque
quiera; no puede librarse de su cuerpo mientras vive, y este le impulsa a
querer vivir.
La existencia humana se halla en desequilibrio constante e inevitable. No
puede ser vivida según patrones o modelos de su especie: tiene que vivirla él.
El hombre es el único animal que puede aburrirse. El hombre es el único animal
para quien la propia existencia constituye un problema que tiene que resolver
y del cual no puede escapar. No puede regresar al estado pre- humano de
armonía con la naturaleza; tiene que seguir desarrollando su razón y su
corazón hasta encontrar una nueva patria creada por él, haciendo del mundo un
mundo humano y haciéndose él mismo verdaderamente humano.
Así, pues, el problema de la existencia humana es único en toda la
naturaleza: el hombre ha salido de la naturaleza, por decirlo así, y aún esta
en ella; es en parte divino y en parte animal, en parte infinito y en parte
finito.
"La necesidad de encontrar soluciones siempre nuevas para las
contradicciones de su existencia, de encontrar formas cada vez más elevadas de
unidad con la naturaleza, con sus prójimos y consigo mismo, es la fuente de
todas sus pasiones, afectos y ansiedades"5.
3. El enfoque de salud/enfermedad como "un modo de andar la vida"6
describirá la manera de funcionar del organismo que será coherente con la
nueva visión de la realidad y con la concepción integral de los organismos
vivientes.
Higía7, la salud como virtud
La salud es un estado de bienestar que se presenta cuando el organismo
funciona de cierto modo. La descripción de esta manera de funcionar dependerá
del modo en que describimos el organismo y sus inter-relaciones con el
ambiente. Cada modelo de organismo da origen a una diferente definición de
salud. De ahí que el concepto de salud y los conceptos de enfermedad, dolencia
y patología relacionados con él apenas si reflejan las complicadas relaciones
entre los numerosos aspectos de ese fenómeno complejo y fluido que llamamos
vida.
La experiencia de la salud y de la enfermedad es dependiente del contexto
cultural. El concepto de sano y enfermo, de normal y anormal, la manera de
presentar los síntomas, cuándo, cómo y con quien nos curamos, tanto como las
medidas terapéuticas ofrecidas por el terapeuta se ve muy afectado por nuestra
sociedad y por nuestra cultura.
Con la hegemonía de la concepción mecanicista en nuestra cultura, el cuerpo
humano se concibe desde la perspectiva de sus partes. La mente se separa del
cuerpo, la enfermedad se ve como una avería de los mecanismos biológicos y la
salud se define como la ausencia de enfermedad. Hoy esta concepción va siendo
eclipsada por una visión holística y ecológica que concibe al mundo como un
sistema viviente y que insiste en la relación y dependencia de las estructuras
fundamentales como también de los procesos dinámicos subyacentes. Este
concepto de salud integral, que pretendemos implícito en las transmisiones, de
allí su valor pedagógico, implica una actividad y un cambio contínuos en lo
que se refleja la respuesta creativa del organismo a los desafíos ambientales.
Estar sano significa, por consiguiente, estar en sincronía -física y
mentalmente- con uno mismo y con el mundo que nos rodea.
4. Es válido, para la lógica comprensión del trabajo de tésis,
exponer sumariamente la concepción de educación, en tanto la suma de
transmisiones centradas en el adiestramiento del ser humano en el "arte de
vivir"
Educación para la vida
Que la educación sea algo más que proporcionar conocimientos, que sirvan
para la vida, que esté en relación directa con las necesidades de la vida, no
es novedoso. Enumeraremos algunos pensadores que ya tuvieron esa preocupación:
Jean J. Rousseau, hace ya más de dos siglos proponía que la educación sirva
para el desarrollo del hombre natural, mediante el aprendizaje de la vida.
Pestalozzi lo plantea, al enfatizar "el fin último de la educación no está en
el perfeccionamiento de los conocimientos escolares, sino en la eficiencia
para la vida, no estriba en hacerse con unos hábitos de obediencia ciega y de
diligencia en someterse a las prescripciones, sino en prepararse para un obrar
autónomo". John Dewey enfatizó la necesidad de situar a la educación en
relación directa con las necesidades de la vida. Ovide Decroly fundó en 1907,
en Bruselas su "escuela para la vida por la vida". María Montessori entre
otros aportes proclamaba actividades pedagógicas centradas en los intereses y
necesidades de los niños. Antón Makarenko, en colonia Gorky estableció formas
pedagógicas de educación para la vida. Más acá Celestín Freinet propugnaba "la
escuela para la vida por el trabajo".
Una concepción pedagógica cuyo centro neurálgico sea la articulación y la
conjugación armoniosa e inseparable de los lenguajes de la ciencia (scientia)
y los de la sabiduría (sapientia), lo cual en la práctica significa ser
capaces de ser testimonio en medio de la vida cotidiana.
Una concepción de educación, repensada desde el marco referencial de Maslow
y Freire, que no solo se ocupe del "cuidado del alma", sino que además,
tendría que atender al cuerpo, porque el cuerpo, con palabras de Paul Valéry,
es "el órgano de lo posible"8
Actividad física
La actividad física hace referencia al movimiento, la interacción, el
cuerpo y la práctica humana. Como en muchas otras manifestaciones de la vida,
la actividad física aglutina una dimensión biológica, una dimensión personal y
una dimensión socio-cultural. De ahí que cualquier intento por definir la
actividad física debería integrar las tres dimensiones.
La forma más extendida de entender la actividad física recoge únicamente la
dimensión biológica y se define como cualquier movimiento corporal
realizado con los músculos esqueléticos que lleva asociado un gasto de energía9.
Pero, la actividad física también es una de las muchas experiencias que vive
una persona gracias a su capacidad de movimiento que le proporciona su
naturaleza corporal. Estas experiencias nos permiten aprender y valorar pesos
y distancias, vivir y apreciar sensaciones muy diversas, y adquirir
conocimientos de nuestro entorno y de nuestro cuerpo10. Además, las
actividades físicas forman parte del acerbo cultural de la humanidad, desde
las más cotidianas como andar, constante antropológica fundamental (Kisrsch,
1985)9 a otras menos habituales como el fútbol o cualquier otro deporte.
Además, tampoco podemos olvidar que las actividades físicas son prácticas
sociales puesto que la realizan las personas en interacción ente ellas, otros
grupos sociales y el entorno.
Cuadro 1: Elementos que definen la actividad física
Concluyendo podemos decir en armonía con Devís Devís, J. (2000)11
que actividad física es cualquier movimiento corporal intencional,
realizado con los músculos esqueléticos, que resulta de un gasto de energía y
en una experiencia personal, y nos permite interactuar con los seres y el
ambiente que nos rodea.
Actividad física y salud
Nuestra condición de seres vivos con capacidad de movimiento e interacción
con las cosas y otros seres del mundo que nos rodean, permite que la actividad
física se encuentre en cualquier ámbito de nuestra vida. Es una práctica
humana que está presente en el trabajo, la escuela, el tiempo libre o las
tares cotidianas y familiares, y desde la infancia a la vejez. Las personas
difícilmente podemos llevar una vida plena y sana sin posibilidad alguna de
movimiento e interacción con el mundo. De ahí que la actividad física sea un
factor, entre otros muchos, a tener en cuenta cuando hablamos de la salud de
las personas.
Las relaciones entre la actividad física y la salud no son nuevas sino que
llevan tras de sí una larga historia. En la civilización occidental
encontramos desde los tratados de salud de la Grequitud, toda una tradición
médica que establece vinculaciones entre la actividad física y la salud,
aunque estas relaciones han evolucionado conforme cambiaba el contexto
sociocultural y el tipo de vida que llevaban los pueblos.
Actualmente podemos identificar tres grandes perspectivas de relación entre
la actividad física y la salud: a) una perspectiva
rehabilitadora; b) una perspectiva preventiva; y c)
una perspectiva orientada al bienestar.
Cuadro 2: Perspectivas de relación de la actividad física y la salud.
La perspectiva rehabilitadora considera a la actividad física como si de un
medicamento se tratara. Son paradigmáticas las palabras de J. Keul (1980)12...
el ejercicio en rehabilitación cardiovascular debe ser tan bien dosificado
como un medicamento. Un instrumento mediante el cual puede recuperarse la
función corporal enferma o lesionada y paliar sus efectos negativos sobre el
organismo humano. Así, por ejemplo. Los ejercicios físicos que nos prescribe
el médico y que realizamos después de una intervención quirúrgica o una
lesión, con la supervisión del Kinesiólogo, son prácticas que corresponden a
esta perspectiva de relación entre la actividad física y la salud.
La segunda perspectiva, la preventiva, utiliza la actividad física para
reducir el riesgo de que aparezcan determinadas enfermedades o se produzcan
lesiones. Por lo tanto, esta perspectiva se ocupa del cuidado de la postura
corporal y la seguridad en la realización de los ejercicios físicos, así como
de la disminución de la susceptibilidad personal a enfermedades modernas, como
las cardiovasculares, la hipertensión, la diabetes mellitus, la osteosporosis,
la dislipemia o la depresión, a través de la actividad física13.
Como podemos observar, tanto la perspectiva rehabilitadora como la
preventiva se encuentran estrechamente vinculadas a la enfermedad y la lesión,
pero si queremos ver aumentadas las relaciones de la actividad física con la
salud más allá de la enfermedad, debemos incorporar la perspectiva orientada
al bienestar. Esta tercera perspectiva considera que la actividad física
contribuye al desarrollo personal y social, independientemente de su utilidad
para la rehabilitación o prevención de las enfermedades o lesiones. Es decir,
se trata de ver en la actividad física un elemento que puede contribuir a la
mejoría de la calidad de vida, Nos referimos a la práctica de la actividad
física porque sí, porque nos divierte y nos llena de satisfacción, porque nos
sentimos bien, porque nos ayuda a conocernos mejor, porque hacemos algo por
nosotros mismos, porque nos permite saborear una sensación especial o porque
nos sentimos unidos a los demás y a la naturaleza.
Nada obsta para que antes de finalizar este apartado debamos señalar que
las tres perspectivas de relación entre actividad física y la salud no son
excluyentes, sino que se encuentran en cierta forma, interrelacionadas.
Pensemos que cuando una persona lesionada recupera la funcionalidad completa o
parcial de su cuerpo después de realizar ejercicios de rehabilitación, gana en
movilidad personal e interacción con el medio, es decir, aumenta su bienestar.
Otra, en cambio, que realiza actividad física por que le gusta y le ayuda a
sentirse bien y valorarse como persona, no solo mejora su bienestar sino que
también puede estar previniendo algún tipo de enfermedad y equilibrando una
descompensación muscular que arrastraba desde un tiempo atrás. Y aquella que
participa en un programa de ejercicio físico, con la intención de reducir el
colesterol o el estrés, también puede ganar en capacidad funcional y bienestar
general.
Durante los últimos años estamos asistiendo a un resurgir de las relaciones
entre la actividad física y la salud, debido a la creciente preocupación que
han despertado los temas relacionados con la salud en la sociedad argentina de
nuestros días. El explosivo incremento de las enfermedades de la
civilización (Rost, R.1991)14, (principalmente enfermedades
cardiovasculares, diabetes y cáncer), el desarrollo de la medicina preventiva
para reducir los costes de la medicina moderna curativa, los avances en
fisiología del ejercicio y la extensión de un concepto más amplio y dinámico
de la salud que se ha orientado hacia la promoción de ambientes y estilos de
vida saludables, han sido los factores concomitantes ha este fenómeno.
Las repercusiones de esta conciencia social de salud (Crawford, 1987;
Tinning, 1990)15 se están empezando a sentir en la sociedad
argentina con la aparición de los alimentos integrales, la bebida light y la
popularización del jogging y la gimnasia de mantenimiento. En el ámbito de la
Educación Física escolar, la salud apareció como un tema de especial interés
en las orientaciones que el Ministerio de Educación presentó para los
programas de la asignatura en las enseñanzas media, y más recientemente, en
las distintas curricula de Primaria y secundaria a que ha dado lugar la actual
reforma educativa.
Modelos de educación física y salud
El movimiento de la condición física relacionada con la salud está
asentándose en la profesión de la educación física y la kinesiología, y se
está convirtiendo en un fenómeno "internacional, multidimensional, con
múltiples facetas, ambiguo y cambiante" (Sparkes, 1991). Esto significa que
existen distintas maneras de entender este fenómeno dentro de nuestra
profesión, en función de los intereses de los diferentes grupos profesionales.
Nosotros pretendemos ofrecer una panorámica general y reciente del problema de
la educación física y la salud a partir de la ejemplificación de tres grandes
modelos: el modelo médico, el modelo psico-educativo y el modelo
socio-crítico.
Cuadro 3: Modelos de educación física y salud (Devís Devís, Peiró
Velert, 1998).
El primer modelo tiene una fundamentación anatómica, fisiológica y
biomecánica, centrada en el funcionamiento del cuerpo y en los efectos del
ejercicio físico sobre el mismo. Fuertemente arraigado en la educación física,
tal vez por su proximidad al entrenamiento deportivo, por la importancia que
tradicionalmente hemos concedido a lo físico, y por la influencia que ha
ejercido y ejerce la medicina en los ambientes de nuestra profesión. Este
modelo está muy ligado a la metáfora del cuerpo máquina, en la que el cuerpo
debe someterse al auto-control de unos cuidados y un mantenimiento que haga
funcionar sus piezas mecánicas (Colquhoun, 1990).-
Las principales contribuciones de este modelo se dirigen a la realización
de diferentes actividades y ejercicios físicos, lo más segura y correctamente
posible, relacionados con los distintos componentes de la salud. Sin embargo,
se olvida de otros aspectos psico-sociales y experienciales relacionados con
la salud. Su fundamentación pedagógica es puramente utilitaria e instrumental
puesto que ve la salud como una categoría estática que está fuera de la
persona y que para conseguirla debe someterse a la realización de ejercicios y
actividades a repetir/imitar.
El segundo modelo, de fundamentación básicamente psicológica y experiencial,
se apoya en las nociones educativas de la racionalidad y libertad de elección
y trata que la persona tome decisiones informadas concernientes a conductas
respecto al ejercicio y la salud. Se da participación a la persona y se ofrece
el conocimiento necesario entre actividad física y salud para poder
desarrollar un programa propio. El ejercicio físico resulta relevante para
este modelo porque ayuda a modificar los estilos de vida de las personas. El
modelo de fuerte corte individualista pone énfasis en la motivación personal,
el cambio de conductas y el desarrollo de los autoconceptos para el cambio de
conducta (Almond, 1988; Pate y Corbin, 1981).
Este modelo no tiene en cuenta los aspectos éticos ligados a los
condicionantes sociales, económicos y culturales de la gente, así como sus
limitaciones para tomar una decisión autónoma.
El tercer modelo es esencialmente sociológico y se apoya especialmente en
una teoría crítica de la sociedad y la enseñanza para enfrentarse a las
desigualdades y al injusticia social existente en relación al ejercicio y la
salud. Critica desde la sociología a la cultura física, marcando los elementos
que convierten al ejercicio y la salud en ideología. Y procura capacitar a las
personas para que puedan enfrentarse a las desigualdades existentes en
relación al ejercicio y la salud. La crítica socio-cultural enfatiza la
significación y el papel que juegan el cuerpo, el ejercicio, el deporte, el
sexo, la salud y el estilo de vida dentro de la cultura física consumista (Tinning,
1985). Investiga que hay detrás de las visiones dominantes en las sociedades
desarrolladas y a que intereses obedece su promoción. Cuestiona el exagerado
acento en la decisión individual del estilo de vida saludable cuando las
decisiones para su elección viene fuertemente condicionada por elementos
económicos, sociales, étnicos, culturales y políticos, y se escapan al control
individual. El mesianismo de la salud y el individualismo son algunas de las
manifestaciones ideológicas solapadas en la retórica dominante de la educación
física y la salud.
La pedagogía crítica se compromete con la creación y promoción de un
proceso educativo emancipatorio a través de la reflexión crítica del
profesorado respecto a sus creencias, supuestos y practicas (Devís, 1990).
Colquhoun remarca que se trata de un proceso educativo que va más allá del
individualismo y de una visión conductual de la salud y sitúa los problemas de
ejercicio físico y salud a nivel social y político con vistas al cambio
social. A este modelo se le cuestiona una visión muy teórica que aporta pocas
alternativas prácticas y el enfoque excesivamente determinista que niegue la
posibilidad de elección personal.
CITAS
- El parágrafo es parte del documento que le envió jefe Seatlle al
presidente estadounidense Franklin Pierce en 1855, en respuesta a su oferta
de compra de las tierras de la tribu de los Suwamish, del noroeste de los
Estados Unidos, que hoy forman parte del estado de Washington.
- Bohm, D.: "La totalidad y el orden implicado" ed. Kairós,
Barcelona, 1998.
- Morin, E: "El método, la vida de la vida", ed. Cátedra,
Madrid, 1997.
- Carrel, Alexis: "L'homme cet inconnu"
- Fromm, Erich: "Psicoanálisis de la sociedad contemporánea", ed.
Fondo de cultura económica. México, 1956.
- Canghillen, Georges: "Lo normal y lo patológico", Ed. Siglo
XXI, Méjico, 1986.
- Higía, divinidad griega, una de las tantas manifestaciones de Palas
Atenea. Posteriormente convertida en diosa de la salud, encarnaba la idea de
que la gente sana vivía sabiamente. En "El punto crucial" de Fritjof Kapra,
1982.
- Citado por Duch, Luis en "La educación y la crisis de la modernidad",
Paidós Educador, Barcelona, 1997.
- Citado por Lagerstrom, D. En cap.: "Gehen und Laufen in der
kardiologischen Prävention und Rehabilitation"; "Stehen-GehenLaufen",
Binkowski, H. Und Huber, G., Kleine Schriftenrehie des deutschen Verbandes
für Gesundheitssport und Sporttherapie. Band 3, Speh-Druck, Öhringen, 1992.
- En la precaución de entender que más allá de lo que el aforismo dice
"Todo hacer es conocer y todo conocer es hacer", sería un error mirarlo como
aquello que ocurre solo en relación con el mundo que nos rodea, en el plano
puramente físico, según idea de Humberto Matturana, 1996.
- Keul, J. u. Berg. A.: " Körperliche Aktivitát bei Gesunden
und Koronarkranken", Verlag Gerhard Wizstrock. Baden-Baden-Köln-N.York,
1980.-
- Mellerowicz, H.: "Training asl Mittel der präventiven Medizin",
Perimed-Fachbuch-Verlagsgesellschaft mbH, Erlangen, 1981.-
- Richard: "Sport und Bewegungstherapie bei Inneren Krankheiten",
Deutscher Ärzte Verlag, Köln, 1991.- Rost
- Crawford, R.: "Cultural incidence on prevention and teh emergence of
a new health conciouness" en Weinstein (ed) Taking Care: Understanding
and Encouraging SelfProtective Behaviours (pp.95-113) Cambridge
University Press, 1987, Cambridge.
Concepto de Salud
La salud es algo más que un estado, es un sutil proceso dinámico, en el que
se está más o menos sano, más o menos enfermo; es algo más que la ausencia de
enfermedad y el completo bienestar. El completo bienestar es el síntoma
subjetivo de la salud. Salud es una expresión de la homeostasis, del
equilibrio dinámico de la materia, formas y función del organismo en relación
con las exigencias ambientales.
Tal equilibrio dinámico puede ser mantenido por ejemplo, por la fuerza
física y psíquica, por la capacidad bioquímica de la glándulas endocrinas, por
la potencia regulativa del sistema vegetativo, y otros sistemas regulativo.
Es la óptima capacidad de rendimiento,
- es la capacidad psicofísica para superar las exigencias cotidianas,
manteniendo un óptimo equilibrio interno y externo;
- es estar en condiciones para disfrutar de la vida en todos sus alcances.
Y depende no solo de condiciones laborales, familiares y sociales, sino
también de la capacidad individual, de los medios que se disponen y de las
conductas que se asuman. La salud designa un proceso de adaptación. No es el
resultado del instinto, sino una reacción autónoma moldeada culturalmente ante
la realidad creada socialmente.
Designa la capacidad de adaptarse a ambientes cambiantes; de crecer,
madurar y envejecer, de curarse cuando uno esta lesionado, sufrir y esperar
pacíficamente la muerte. La salud abarca también lo futuro y por tanto
comprende la angustia y los recursos internos para vivir con ella.
La salud es una tarea y como tal no puede compararse con el equilibrio
fisiológico de las bestias. En esta tarea personal el éxito es en gran parte
resultado del conocimiento de uno mismo, la autodisciplina y los recursos
internos mediante los cuales cada persona regula su propio ritmo cotidiano,
sus acciones, su régimen de alimentación y sus actividades sexuales.
Fitness total o Salud positiva
El fitness total es la calidad de vida óptima. Es la capacidad para
disfrutar la vida en todos sus alcances. En el extremo superior del espectro
están aquellos que no solo pueden afrontar con dedicación y atención las
tareas cotidianas y hacer frente a las emergencias con éxito, sino que
disponen de sobradas energías para disfrutar de deportes en el tiempo libre.
En el extremo inferior del espectro se hallan aquellos sujetos que tienen una
capacidad disminuida para satisfacer incluso las menores exigencias físicas y
que pueden ser completamente dependientes de otras personas para vivir.
Esta condición dinámica y multidimensional esta basada en la salud positiva
e incluye objetivos de rendimiento individuales. Una calidad de vida superior
tiene en cuenta componentes intelectuales, sociales, espirituales y físicos.
La viveza mental, curiosidad, emotividad, las relaciones sinceras con otros
seres humanos, el nivel de conciencia y la participación, y el fitnes para
lograr los objetivos personales con determinación parecen ser elementos
esenciales de una vida sana.
Modelo holístico o concepto de campo da salud
Entre los más importantes esfuerzos por estudiar la situación de salud
desde un punto de vista más epidemiológico, más integrador, holístico, cabe
destacar a Dever, Blum y Lalonde. Estos autores postulan que son cuatro las
dimensiones explicativas de los problemas de salud de una población: la
biología humana, el medio ambiente, el estilo de vida y el sistema sanitario.
Este modelo explicativo sugiere que las políticas de salud deben poner el
acento en las acciones de promoción de salud, vinculadas a las condiciones y
calidad de vida.
Salud/Enfermedad
El concepto de salud ha evolucionado considerablemente, desde una mayor
vinculación con las enfermedades y la muerte, es decir aproximaciones
"negativas", hasta concepciones más relacionadas con las posibilidades de
realización personal y colectiva de las poblaciones, es decir aproximaciones
"positivas". La definición adoptada por la OMS es un ejemplo de estas últimas.
Salud como sinónimo de bienestar "físico, mental y social" y, por tanto,
expresión de las condiciones de vida de la población.
Cuadro 4: Escala del estado de salud. Las flechas de la parte superior
e inferior de este diagrama indican, respectivamente, el defecto y la mejoría
de la salud1.
La salud no puede ser entendida como la ausencia de enfermedades. No existe
persona o comunidad alguna que, salvo en circunstancias extremadamente
excepcionales y transitorias, difícilmente imaginables, pueda ser considerada
absolutamente ausente de algún tipo de patologías.
Cada individuo, familia, comunidad y grupo poblacional, en cada momento de
su existencia, tiene necesidades y riesgos que le son característicos, sea por
su edad, por el sexo u otros atributos individuales, por la localización
geográfica y ecológica, por su cultura y nivel educativo, o sea por su
ubicación económica social, que se traducen en un perfil de problemas de
salud/enfermedad peculiares, los cuales favorecen o dificultan, en mayor o
menor grado su realización como individuo y como proyecto social. Desde un
punto de vista práctico no es posible vivir sin tener "enfermedades" en el
sentido más general del concepto. Solo la muerte significa la negación
absoluta de la salud y la enfermedad.
Salud y enfermedad son expresión de la vida, conforman fenómenos que
traducen los procesos de la vida, la forma concreta de vida de cada persona y
grupo de población. Salud y enfermedad al decir de Canghillem, son expresión
del "modo de andar la vida".
Es necesario considerar que tanto la salud/enfermedad como las condiciones
de vida tienen carácter de proceso. Cada "estado" constituye solo un instante
de dichos procesos y por lo tanto cambian, se transforman, mejorando o
empeorando, en sus diferentes "momentos", según la dinámica reproductiva de
los mismos y según las acciones de salud y bienestar. Considerar la
salud/enfermedad como un proceso dinámico determinado por la estructura social
y articulado a otros procesos sociales, constituye una ruptura epistemológica
con la epidemiología clásica. La corriente socio-epidemiológica plantea la
organización social como determinante de las condiciones de salud colectiva.
El principio básico de este modelo sugiere que la problemática de salud
esta vinculada con las condiciones en que el hombre (ser histórico-social)
produce y se reproduce; esas condiciones generan diferencias en los grupos
humanos respecto a su inserción en la producción y el consumo. Los efectos se
observan en los perfiles patológicos diferenciales para cada grupo social, que
representan las formas específicas de enfermar, envejecer o morir que la
estructura social tiene reservada para ellos. Las condiciones de vida de cada
sector de la población tienen así la doble importancia de expresar los
procesos generales de la sociedad y de ser mediadoras de las determinaciones
de los problemas de salud en el ámbito individual y colectivo. En este espacio
de las condiciones de vida, operan las acciones sociales, los servicios de
salud y bienestar. De allí que recuperar este nivel de abordaje tiene gran
importancia para la planificación de dichas acciones.
La conciencia creciente sobre las limitaciones de los abordajes
conceptuales etiológicos y ecológicos hizo necesarios nuevos desarrollos
conceptuales más integrales, que redefinieran el espacio individual y pudieran
dar cuenta de la complejidad de los procesos determinantes, a la vez que
repotenciaran la capacidad de las acciones de salud y bienestar de impacto
sobre los problemas relevantes de salud.
Con arreglo a la expresión de Canghillen: "La salud y la enfermedad son una
expresión del modo de andar la vida"; y a la concepción socio-epidemiológica,
que sugiere que la problemática de la salud está vinculada con las condiciones
que el hombre produce y se reproduce; esas condiciones generan diferencias en
los grupos humanos respecto a su inserción en la producción y el consumo. Esa
inserción diferenciada genera la emergencia de las enfermedades de la
civilización.
Enfermedades de la civilización
El hombre de comienzo del tercer milenio enferma y muere por causas muy
distintas a las de antaño. Es que ya la mortalidad infantil no es la principal
causa de muerte como a comienzos de nuestra Era; las grandes epidemias que
azotaron a la humanidad durante casi veinte siglos desaparecieron; y en el
último siglo los aportes de las ciencias modernas, los progresos sociales y
sanitarios y las vacunas elevaron la expectativa de vida a los valores
actuales. Hoy nuevas enfermedades nos enferman. Enfermedades vinculadas con
las condiciones en que el hombre produce y se reproduce. Condiciones que
generan diferencias en los grupos humanos respecto a su inserción en la
producción y el consumo. Los efectos se observan en los perfiles patológicos
diferenciales sui generis, que representan las formas específicas de enfermar,
envejecer o morir que la “civilización” tiene reservada para ellos.
Las denominadas "enfermedades de la civilización", termino que describen
enfermedades propias de un determinado tipo de sociedad: la sociedad de
consumo3." "Estas enfermedades representan entre el 70/80% de las
muertes del mundo desarrollado. Además según estimaciones de la OMS, esas
enfermedades son ya responsables del 40 al 50% de la mortalidad total, incluso
en los países en desarrollo"
En nuestro país, las enfermedades no transmisibles constituyen un núcleo
temático de interés, con el gravamen de no haber, todavía, erradicado las
ancestrales enfermedades transmisibles, comportando una triple carga si le
añadimos la epidemiología de los accidentes de tránsito.
En este punto, no está demás hacer una disgresión en relación al fenómeno
de “aculturación”4 que sufre nuestro sociedad, ya que sin ser un
país industrializado, ha “copiado” (asimilado sumisamente) el estilo de vida
de las sociedades opulentas, propias de los países ricos. Fenómeno que impacta
profundamente en el seno de la sociedad acarreando más perjuicios que
beneficios5.
Los países denominados periféricos, por consiguiente, están abrumados por
una doble carga: las enfermedades transmisibles seculares como el dengue, el
cólera, la fiebre hemorrágica argentina, etc. y las enfermedades no
transmisibles provocadas por el hombre. Habida cuenta de ello, la OMS
estableció el programa Inter-Salud, cuyo objeto consiste en instar a los
países a prevenir enfermedades que, según se teme, irán aumentando a medida
que vaya envejeciendo la población. Inter-Salud se basa en la idea de que las
enfermedades provocadas por una causa común -los modos de vida poco
saludables- deben combatirse juntas, y no separadamente, mediante una
estrategia común de prevención. De esta manera se ahorraran recursos
económicos y administrativos, sobre todo en los países del tercer mundo que
soportan ya una carga intolerable.
Los estudios epidemiológicos a largo plazo han mostrado la vinculación
existente entre los factores de riesgo derivados del entorno y de los modos de
comportamiento con las enfermedades resultantes del modo de vida. Así por
ejemplo, el exceso de colesterol, la hipertensión, el tabaquismo, la obesidad
y la falta de ejercicio son factores comunes a todas las grandes enfermedades
derivadas del comportamiento.
Las principales enfermedades de la civilización descriptas por las ciencias
médicas son diabetes tipo II, cardiovasculopatías, osteosporosis y las
enfermedades degenerativas6." etc., comportan un alto nivel de
impacto en la sociedad, ya que inferimos, resultan ser las causas más
importantes de morbi- mortalidad. Sin contar la proliferación de cuadros pre-
mórbidos: distonías neurovegetativas, obesidad, desequilibrios musculares,
stress, fatiga crónica, etc. que quizá no puedan ser considerados causas de
perdida de años de vida, tanto como de "perdida de vida en los años7".
A diferencia de las enfermedades transmisibles, en las que un parásito, una
bacteria o un virus transmite una sola enfermedad, un solo hábito pernicioso
entraña riesgos múltiples para la salud. De estas enfermedades no se conocen
todavía las etiologías, y la historia de la medicina nos ha enseñado que la
mejor manera de combatir una enfermedad es conociendo su etiología. De las
enfermedades cardiovasculares, primera causa de muerte/enfermedad, todavía no
es posible una terapia primaria que vaya al origen de la enfermedad, no
obstante la medicina moderna pone a disposición un arsenal de medidas
terapéuticas medicamentosas, quirúrgicas y de avanzada tecnología8.
La medicina moderna es tan "buena" que apenas si se puede pagar. El sistema
de salud esta llegando a su límite financiero. La solución lógica y
sencillamente está en la prevención de estas enfermedades9".
Cuadro 5: Interrelación de los factores de riesgo.
Enfermedades cardiovasculares:
- Arteriosclerosis: enfermedad arterial que se caracteriza por el
endurecimiento y estrechamiento de las paredes de las arterias.
- Aterosclerosis: Una variedad de arteriosclerosis en las que las
sustancias grasas de acumulan en las paredes internas de las arterias.
- Embolia: Obstrucción repentina de un vaso sanguíneo a causa de un cuerpo
sólido, como un coagulo, en el flujo sanguíneo.
- Trombosis: Un coagulo en un vaso sanguíneo.
- Enfermedades coronarias: aterosclerosis de las arterias coronarias.
- Infarto de miocardio: necrosis de una parte del tejido cardíaco por
isquemia.
- Apoplejia o accidente cerebrovascualr (ACV): Embolia, hemorragia o
trombosis en los vasos cerebrales, que suele tener como resultado una
pérdida repentina de alguna función del organismo.
Diabetes Mellitus No Insulino Dependiente o diabetes tipo II:
Enfermedad metabólica caracterizada por la resistencia a la insulina. Según
estimaciones de la OMS , hay en el mundo 50 millones de diabéticos por lo
menos. Estas personas corren un grave riesgo de hipertensión y otras
afecciones cardiovasculares, así como de insuficiencia hepática y trastornos
oculares, incluida la ceguera.
Osteosporosis:
No se dispone de una estimación del número mundial de casos, pero solo en
USA se registran 24 millones, cifra que indica proporciones que alcanza esta
afección, asociada en el mundo entero con la prolongación de la vida.
Enfermedades degenerativas (cáncer):
Cada año se producen unos siete millones de nuevos casos y cinco millones
de defunciones. En todos los países, el cáncer de pulmón, es ya la enfermedad
más común, pues a mediados de los ochenta superó en frecuencia al cáncer de
estómago, dejando en tercer lugar al cáncer de mama. Seis o siete de cada diez
enfermos de cáncer sucumben a su enfermedad en el mundo industrializado, y
nueve de cada diez en el Tercer Mundo. En cifras absolutas, hay más casos y
muertes de cáncer en los países centrales que en los periféricos
Lumbalgia:
El dolor de la zona lumbar es una de las quejas médicas más habituales
entre los adultos. De hecho es la segunda causa de consulta médica después de
resfrío/gripe. Los problemas relacionados con la zona lumbar son responsables
de más horas de trabajo perdidas que cualquier otro tipo de lesión laboral, y
son una de las causas más frecuentes de limitación de actividad en individuos
menores de 45 años.
Estudio Framinghan
La prevención de las enfermedades cardiovasculares se basa en la
identificación de aquellos factores que pueden ser eliminados o modificados
mediante una intervención oportuna, aceptable y con una adecuada relación
costo beneficio. A partir de su informe original en 1959, el estudio
Framingham ha contribuido sustancialmente al reconocimiento de las causas de
la enfermedad coronaria. El mismo ilustra graficamente como la enfermedad
coronaria se ha convertido en una de las enfermedades crónicas más predecible.
Pero, lo que es más importante aún, la enfermedad coronaria es también
prevenible ya que, a excepción de la edad y el sexo, otros importantes
factores de riesgo son pasibles de ser modificados.
Estudios subsecuentes mostraron una relación directa entre la disminución
de la tensión arterial, el tabaquismo y los lípidos séricos y la incidencia de
las enfermedades cardiovasculares
Con la aceptación de la teoría multicausal, que supera los limites del
abordaje conceptual etiológico y en coherencia con una perspectiva holista se
devela la complejidad de los procesos determinantes. Una descripción detallada
de los "atributos" (que según su mayor o menor asociación estadística con el
daño devienen "factores de riesgo") relativos al estilo de vida aclarará la
pertenencia al tema.
Factores de riesgo de las cardiovasculopatías
La teoría etiológica dio paso a la teoría multicausal, ya no existe una
causa única, ahora se habla de atributos, que según su mayor o menor
asociación estadística con el daño se convierten en los denominados factores
de riesgo.(Sabulsky, J. 1996). El término "factor de riesgo" proviene de la
medicina social y de la estadistica. Y expresa las influencias que se ejercen
sobre el organismo, sean estas internas o externas, relacionadas
estadísticamente a una determinada enfermedad.
Según, Richard Rost (1993), estos elevan el riesgo de padecer una
enfermedad, pero no deben ser relacionados con una causalidad. El hábito de
fumar favorece la aparición del infarto cardíaco, pero fumar no debe ser
considerado la causa, ya que no fumadores también pueden padecer de un
infarto. La cuestión, si los factores de riesgo pueden ser presentados como
causales, deberá esperar que la ciencia aclare el concepto de causalidad. En
tanto no se conozca acabadamente la etiología de la enfermedad coronaria, la
consideración de los Factores de Riesgo es plausible, pero no definitiva y se
cae en la tentación de entender y explicar subjetivamente, con los
consecuentes errores y equívocos.
En prevención de la enfermedad, este término incluye el nivel económico,
social o biológico, la conducta y otros estados conocidos por estar asociados
o ser causa del aumento de la susceptibilidad a una enfermedad específica, a
un estado de salud precario o a un accidente. Una vez identificado un factor
de riesgo, este se puede modificar mediante el curso de una acción del tipo de
un programa de intervención basado en la educación para la salud. La
metodología de dicha acción se planifica con frecuencia con la idea de abordar
un solo factor de riesgo. Este enfoque ha sido objeto de críticas porque
frecuentemente da lugar al aislamiento de las conductas individuales de su
contexto social y cultural y no tiene en cuenta la evaluación del riesgo
(percepción del riesgo) por parte de la población estudiada.(Nutbeam D. 1996).
Los factores de riesgo o atributos se clasifican en biológicos y sociales o
conductuales; no modificables y modificables; endógenos y exógenos;
constitucionales, externo e internos, primarios y secundarios. Factores de
riesgo constitucionales: también llamados inmodificables, respectivamente,
edad, sexo, raza y herencia.. Factores de riesgo externos: relacionados con el
modo de vida, como fumar, estrés, errores alimentarios, obesidad, etc.
Factores de riesgo internos: son en si una enfermedad y secundariamente elevan
el riesgo de padecer una enfermedad, como hipertensión arterial, diabetes o
dislipemias. Factores de riesgo primarios (jerarquización según Schaefer):
consumo de nicotina, dislipemias e hipertensión arterial. Factores de riesgo
secundarios: stress, obesidad, sedentarismo, hiperuricemia, etc.
Es menester aclarar que, los factores de riesgo, muy raramente pueden ser
considerados aisladamente, ya que entre ellos, no solo se influyen, sino que
se potencian.
Cuadro 6: Ilustra el claro aumento del riesgo coronario con el aumento
de los factores de riesgo (consumo de cigarrillo, nivel de colesterol 250 mg/dl
y TAD 90 mmHg. Nº casos en miles. Durante 10 años.
Cantidad de factores de riesgo
Son de nuestro interés aquellos factores relacionados con los hábitos y
conductas, ya que por sus características son pasibles de ser controlados.
Hipertensión arterial: (HTA)es el factor más conocido y de mayor
significación. el riesgo de infarto aumenta con el aumento de la tensión
arterial. Es por eso que una hipertensión debe ser tratada y disminuida.
Comparativamente un grupo con tensión por encima de 160/95 mmHg. tiene un
riesgo tres veces mayor con respecto a un grupo, cuya tensión no sobrepase los
120 mmHg. Son claros predictores de HTA: la edad, alto índice de masa
corporal, ingesta de sodio, consumo de alcohol y la vida sedentaria.
Diabetes mellitus: Desde hace más de 100 años se habla de "angiopatía
diabética". HTA, DMNID (diabetes mellitus no insulino dependiente) y
enfermedad cardiovascular son al parecer manifestaciones de una misma
patología, con una causa común: la resistencia a la insulina.
Cuadro 7: Factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares
pasibles de ser modificados.
Trastornos metabólicos (dislipemias): Una relación Colesterol total/HDL
superior al numeral tres (C.T: 240 mg/dl y HDL-C:80 mg/dl), valores altos de
la fracción VLDL y LDL se asocian a un mayor riesgo. Colesterol total: es la
suma de todos los tipos de colesterol. El LDL-C suele ser el factor principal
en la cantidad total.
Abuso de nicotina (tabaquismo): se acepta hoy sin duda que personas
que fuman o inhalan tabaco regularmente poseen una esperanza de vida menor.
Los fumadores corren riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares,
hipertensión, cáncer de pulmón y de la boca, osteosporósis, afecciones
pulmonares crónicas y cáncer de pulmón. Aquí participan muchos factores: por
un lado el (CO) monóxido de carbono posee una mayor afinidad que el (O2)
oxígeno y ocupa el lugar de este en la Hemoglobina, que reduce la capacidad de
transporte de oxigeno de la sangre.
Por otro lado la nicotina provoca un aumento de la tensión arterial, por
mecanismo doble: la nicotina en contacto con la íntima de las arterias
estimula procesos de vasoconstricción y a la vez incrementa la secreción de
catecolaminas en sangre lo que aumenta la necesidad de oxígeno y el
consecuente aumento de la fuerza de contracción cardíaca. El (CO) monóxido de
carbono, además, daña severamente la intima de las arterias, favoreciendo el
proceso de aterogénesis.
Desordenes alimentarios: Pueden contribuir notablemente en el
desarrollo de la arteriosclerosis, ataques cardíacos, hipertensión, accidentes
cerebrovasculares, así como cáncer colo-rectal, de mama y de estómago.
Problema propio de las naciones industrializadas, en donde las dietas son
ricas en productos con elevados tenores de hidratos de carbono simples, grasas
de origen animal y sal es elevado, a la vez que pobres en frutas y verduras
frescas, que no aportan los vitales elementos. La falta de calcio (Ca),
particularmente en la alimentación de las adolescentes y las mujeres llegadas
a la menopausia, entraña el riesgo de osteoporósis. Actualmente se consume 20
veces más azúcar y 5 veces más grasa que en 1800.-
Obesidad: Incremento en el porcentaje del tejido adiposo corporal,
frecuentemente acompañado de aumento de peso, cuya magnitud y distribución
condicionan la salud del individuo (Braguinsky J.1996). La obesidad también es
considerada un factor de riesgo que incrementa la morbimortalidad, está
asociada con un incremento de Hipertensión Arterial, Diabetes Mellitus No
Insulino Dependiente, quizás algunos cánceres y problemas articulares. Los
riesgos aumentan en aquellas personas cuyo porcentaje de grasa corporal
sobrepasa el 25%, si son hombres, y 32% si son mujeres; así como en aquellas
en las que la distribución corporal de la grasa es mayor en la región
abdominal.
Las relaciones entre cintura y cadera superiores a 0,8 y 0,9 para hombres y
mujeres respectivamente, ha sido asociada a un mayor riesgo, al igual que un
aumento del perímetro del cuello. Desde 1988 se sabe que la mayor mortalidad
en obesidad (en especial relacionada con la cardiopatía isquémica) se vincula
principalmente con algunas obesidades centrales o abdomino-viscerales. El
conjunto de manifestaciones clínicas y metabólicas de la obesidad visceral se
superpone al llamado "sindrome metabólico" descripto por Reaven en 1988.
Stress: Bajo este nombre se entiende la reacción orgánica a una
influencia externa o interna. Estrés es una reacción necesaria, vital. Si la
reacción es inadecuada, hablamos de distrés, lo que supone un riesgo. La carga
emocional o trauma psíquico, se manifiesta no solo ante la pérdida de un ser
querido, exilio, o de amenaza de muerte, o inestabilidad laboral; sino también
ante la "enojo" al no encontrar lugar para estacionar, o el apuro por llegar a
tiempo, ambos son suficientes excitaciones psíquicas que sobrecargan a la
persona y pueden actuar sobre el cuerpo como un agente patógeno.
Potencialmente riesgosos son los cuadros de preocupaciones persistentes
(fenómeno típicamente humano). Por otro lado la interrupción, pausa o
desconexión de la tensión síquica se ve impedida por factores condicionados
por la forma de vida moderna. Pocas personas disfrutan verdaderamente de un
fin de semana o de la pausa laboral cotidiana, por el contrario luego de una
extenuante jornada se precipitan en el tiempo libre en busca de nuevos
estímulos y excitantes. Ambición, competencia, rendimiento serán seguramente
socialmente reconocidos, lo que no impide que actúen patogénicamente. Al
hombre moderno, por otro lado le esta vedada la posibilidad de responder con
"fuga o ataque a la reacción de alarma", que eleva el metabolismo en gral. y
lo prepara para la acción. El stress tiene una participación activa en la
hipertensión arterial lábil, acentúa o genera hiperlipemia, induce o exagera
el hábito al tabaquismo y sedentarismo, es causal de obesidad de difícil
corrección, producen inestabilidades humorales que aceleran o desestabilizan
la diabetes, aumentan el nivel de ácidos grasos libres, la retención de sodio,
la eliminación de potasio y la mayor aglutinación de plaquetas.
Sedentarismo: Hasta hace 100 años el hombre gastaba en movimientos
mas del 90% de la energía ingerida en forma de alimentos, hoy no alcanza a un
ínfimo 1%. Pequeños y estrechas viviendas limitan nuestros movimientos y las
maquinas sobrellevan hasta el mínimo esfuerzo de avanzar, al punto que trepar
una escalera es el máximo esfuerzo del hombre moderno. La salida motriz, el
movimiento, juega un rol vital en la capacidad de todo ser vivo, este no tiene
más capacidad que la de su nivel de solicitación (Wolt, Buchs y Mellerowics,
1973).
Según Mellerowicz, se considera carencia de movimientos cuando las
exigencias corporales permanecen en forma crónica por debajo del umbral de
excitación necesaria para el mantenimiento y/o aumento de la capacidad
funcional de las células. Lo que significa para los dos pilares del
rendimiento humano no superar el umbral del 30% de la capacidad de rendimiento
máximo, en personas no entrenadas. Esto trae aparejado procesos de atrofia y
perdida de la función, con la no rara asociación con trastornos regulativos
que desembocan en cuadros pre-mórbidos. Menguadas o falsas exigencias
corporales originan un estado carencial denominado hipokinetósis o enfermedad
hipocinética. Tal hipokinetósis resulta especialmente desventajosa en el jóven
cuyos órganos se encuentran en pleno desarrollo.
Los efectos negativos del sedentarismo se pueden comprobar a nivel de:
1) Aparato de sostén y locomotor: Responsables de la postura
erecta son los músculos posturales en colaboración con el aparato de sostén
pasivo, los mismos deben luchar constantemente contra la fuerza de gravedad.
En el caso de que dichos músculos, insuficientemente desarrollados,
consecuencia de prolongados lapsos sedentes sin compensación correspondiente,
no pueden cubrir su función natural, sobreviene la fatiga crónica, debilidades
posturales crónicas y finalmente vicios posturales. Vicios posturales de este
tipo repercuten desfavorablemente, en la niñez y adolescencia, sobre el
desarrollo óseo del tórax y sobre la función cardiorrespiratoria; y en los
adultos sobre la función de la zona lumbar. Debemos mencionar también la
proliferación de trastornos de los arcos plantares, consecuencia de una
insuficiente musculatura intrínseca y extrínseca y de una debilidad
ligamentosa no pocas veces agravado por el peso.
2) Órganos internos. En los últimos años se ha comprobado un
incremento de la tasa de incidencia de las ECV. El aumento de los factores de
riesgo entre los que se cuenta el sedentarismo, es al parecer la causa
principal. El "moderno corazón de oficina" trae aparejado una serie de
perjuicios a saber:
- Reducida capacidad de carga
- Desmesurado aumento de la frecuencia
- Escaso aumento del volumen sistólico ante un esfuerzo
- Tiempo diastólico (de reposo o irrigación) acortado.
Carencia de movimiento es causal, así mismo, de atrofia por inactividad y
disminución del rendimiento del aparato respiratorio (Capacidad vital, volumen
respiratorio y consumo máximo de O2 disminuido). La capacidad de transporte
del sistema cardiovascular se ve menoscabada consecuencia de una pobre
capilarización. Las disfunciones resultantes no hacen más que mutilar la
capacidad de rendimiento, no raras veces agravadas por el exceso de peso que
evoluciona paralelamente al sedentarismo.
3) Trastornos regulativos. Desventajosamente influye el
sedentarismo, también, sobre las glándulas de secreción interna, especialmente
sobre las suprarrenales, lo que disminuye la capacidad de adaptación orgánica
al trabajo y al rendimiento. La forma más significativa de trastorno
regulativo del sistema nervioso autónomo lo representa la hipertonía simpática
crónica, que mutila la economía cardíaca y favorece la hipertensión arterial.
El elevado tono simpático, por otro lado, perjudica las fases de recuperación
y regeneración, especialmente post-ejercicio.
Finalmente el sedentarismo disminuye la capacidad de tolerancia al estres,
no pocas veces empeorado por una elevada excitabilidad y labilidad vegetativa.
Cuadro 8: Efectos de la Hipokinetosis.
CITAS
1. Modificada de Rogers, E. S: "Ecology and Health", NY, 1960.-
2. Las "enfermedades de la civilización" son los perfiles patológicos, una
expresión "patologica" de una cultura que optó por el proceso civilizatorio.
¿Qué es la civilización? En algún momento el termino civilización llegó a
designar a la humanidad entera, a todo el genero humano, y el término
civilitas alcanzó a hacer referencia a "la felicidad del hombre" (Adorno y
Horkheimer).
Civilización es "un corte de las realizaciones sociales" o un producto
histórico de algunas culturas, de aquellas que precisamente optaron por lo
urbano.
H. W. Odum, en 1947, enlista los siguientes caracteres propios de la
civilización:
-
El urbanismo y la urbanización y el conjunto de los fenómenos de
especialización, de concentración y de realización concreta que los
caracteriza.
-
La técnica que implica el industrialismo, en el cual la ciencia, el
maquinismo, la organización social, reglamentan el paso y la modalidad de la
vida moderna,
-
El intelectualismo, en el sentido de especialización cultural y de humanismo
científico como supremas medidas de valor,
-
La tendencia a la centralización y al poder.
3. Rost, R.: Sport- und Bewegungstherapie bei inneren Krankheithen. Deutscher
Ärzte-Verlag, Köln, 1991
4. El término aculturación lo usaremos en el sentido que le otorga G. Leclerc,
1972, pag, 92, “el sentdido real no es otro que el colonialismo”, que se
refiere a todos los procesos de cambios intencionalmente impuestos por un
grupo dominante a un grupo dominado
5. Cft: Ander Egg, Ezequiel:“Formas de alienasión en la sociedad burguesa”, ed.
Humanitas, BsAs. 1987. Pp. 118,133.
6. Khaltaev, Nikolai: Intersalud contra las enfermedades de la civilización.
Revista salud mundial, 1991.
7. Ampliar en Mellerowicks: "Training als preventiv-mittel"
8. Rost, R.: Obra citada.
9. Rost, R.: Obra citada
Actividad física, movimiento y ejercicio y su relación con
la salud
La supuesta convicción de que el ejercicio físico contribuye a la salud
merece ser revisado a la luz de estudios epidemiológicos, avances de
fisiología del ejercicio, experiencias clínicas y de datos antropológicos.
Existe una estrecha relación entre el ejercicio regular y el riesgo de
aparición de varias enfermedades crónicas más debilitantes y costosas del
mundo. La lista de las enfermedades crónicas que se presentan con menor
frecuencia en las personas activas es larga y la prueba de que el ejercicio
regular reduce el riesgo de aparición de esas enfermedades es casi siempre
convincente aunque no concluyente.
1. Actividad física laboral
Stock y Morris, en Londres: comprobaron que los guardas de los colectivos
de dos pisos tenían menos riesgo de ECV (enfermedad cardiovascular) que los
choferes. Esto parecía indicar que los cobradores, al subir y bajar
constantemente entre los dos pisos, se habían beneficiado de esta forma
regualr de ejercicio, a diferencia de los choferes que permanecían sentados
todo el día. Otro detalle interesante es que la cintura de los pantalones era
más ancha para los conductores que para los cobradores, lo cual indica que la
grasa corporal pudiera tener una relación con el mayor riesgo de cardiopatía.
También observaron que los carteros que repartían correspondencia a pie,
tenían una tasa menor de ECV, que los supervisores sedentarios y los
telefonistas.
Zukel, (1959) en Dakota del Norte, luego de investigar a trabajadores
urbanos y jornaleros rurales, encontró una doble incidencia de riesgo en los
primeros.
Brunner y Manelis, (1960) en Israel; tras investigar a los integrantes de
Kibbutz, vieron que aquellos que realizaban tareas vigorosas soportaban menor
impacto de las EC.
Roy Shepard, (1981) en USA, casi sin excepción, varios predictores de
aterosclerosis cardíaca fueron doblemente prevalentes en aquellos individuos
con ocupación laboral sedentaria.
Fox y Haskell, (1968) concluyeron que el gasto ocupacional asociado con una
prognosis cardiovascular mejorada ha sido estimada entre 1,7 y 3,8 Megajoule/semana.
2. Actividad física recreativa
Morris, J. et al. en el Reino Unido realizaron un estudio retrospectivo a
personal civil del estado y constataron que aquellos que reportaron realizar
ejercicios vigorosos, definidos como actividades que requerían un gasto
energético de 7,5 kcal/minuto, tenían la mitad de riesgo de sufrir un ataque
cardíaco. Y que si lo sufrían era en un 50% menos fatal. Es de particular
interes el reporte que el aumento de la mortalidad con la edad era
marcadamente menor entre los hombres que realizaban ejercicio vigoroso. Tal
evidencia acerca de los efectos a largo plazo de las prácticas regulares de
actividad física tiende a refutar la idea de que las diferencias observadas se
debían a un proceso de selección, en el cual los hombres que ya estaban
enfermos elegían no participar ne actividades físicas.
Ralph Paffenbarger, en USA, después del Estudio de salud de los alumnos
Universitarios, en el que se observaron 15.000 personas durante 12 años,
concluyó que quienes gastan más de 2500 kcal/sem. en ejercicio tienen un
riesgo 46% menor que los menos activos. Además comprobó que quienes
practicaban juegos deportivos suaves (<4.5 METs) estuvieron acompañados por un
21% menos de riesgo y los juegos deportivos moderadamente vigorosos (>4,5METs.
Por ejemplo caminata rápida, "jogging", ciclismo, natación, squash, etc) por
un 37% menos de riesgo en comparación con el riesgo de no practicar nada. El
mismo estudio indicó claramente que el ejercicio para que sea beneficioso,
debía ser de desarrollo actual y no histórico. Además, análisis multivariados
sugieren que el riesgo cardiovascular de ocupación sedentaria persiste luego
del control de variables: fumar, obesidad e HTA.
Estudio Masculino de Copenhagen: Determinó que la actividad física, más que
la aptitud de resistencia, era esencial contra la protección de la EC.
Steven Blair, en Texas; concluyó trás sus estudios que tanto hombres como
mujeres con mejor forma física presentaban un riesgo menor de sufrir una
enfermedad coronaria. Las ventajas de la forma física se ponían
particularmente de manifiesto al pasar de los grupos con peor forma física a
los que presentaban una forma física moderada.
Myasnikow, 1958; Shapiro et al., 1965; Dawber et al., 1966; Kannel, 1967;
Brügmann, 1968; Pyörälä et al., 1971; Wilhemsen y Tibblin, 1971; Gytelberg,
1973, 1974; Morris et al., 1973; Klein, 1974; Hollmann et al., 1980; todos
estudios que nos informan sobre los positivos efectos psicosomáticos de la
actividad física regular.
3. Práctica deportiva
Sobre el valor preventivo del entrenamiento físico en personas que ya han
abandonado la práctica deportiva existen contradicctorios estudios.
Karvonen et al. (1966) comprobó en un estudio transversal que esquiadores
de fondo de elite vivían un promedio de 7 años más que la población.
Sarna et al. (1993) en un estudio cross-transversal sugiere que la
expectativa de vida en campeones deportivos nacionales finlandeses es superior
a la de la población en general.
Rook (1954), Montoye et al. (1962) y Paffenbarger et al. (1978) no
encontraron diferencias significativas entre atletas y no atletas.
La experiencaia muestra que la actividad física regular en una determinada
calidad y cantidad genera los siguientes procesos de adaptación:
- Marcada influencia tropotrópica vagotónica.
- Mayor eficacia muscular.
- Economía cardiovascular y respiratoria.
- Mayor resistencia del sistema osteoarticular.
Cuadro 9: Efectos de la actividad física sobre el organismo.
El extremo de la carencia de movimiento lo representa la absoluta
inmovilización de la musculatura esquelética. El primer estudio experimental
fue el de Cuthbertson, (1929), al que siguieron las clásicas investigaciones
de Deitrick y col. Hollmann (1965) encontró una disminución del volumen
cardíaco despues de ocho días en cama. También Saltin (1968), comprobó una
reducción de los datos espirométricos tras una larga estada en cama. Las
manifiestaciones clínicas del síndrome de inmovilización son múltiples y
reflejan el fenómeno de que la inactividad prolongada provoca cambios
biomecánicos y fisiológicos profundos en practicamente todos los órganos y
sistemas del cuerpo.
Con frecuencia, el síndrome de inmovilización conduce a un grado de
incapacidad mayor que el causado por la enfermedad o lesión iniciales. El
cuadro siguiente (Steinberg, (1980) resume las manifestaciones del síndrome de
inmovilización en cada uno de los sistemas corporales.
Cuadro 10: Manifestaciones del síndrome de inmovilización (Steinberg,
1980).
Tanto el medio ambiente como la constitución del hombre presuponen
movimiento. Presuposición elemental para sobrevivir demostrada hasta nuestros
días por la forma de vida del hombre. También los atávicos impulsos de los
pequeños niños demuestran irrefutable y fehacientemente como el movimiento
viene impreso en la herencia. En el 92% de la historia humana se contaron el
caminar y el correr dentro de las actividades indispensables para mantener la
vida. El fisiólogo berlinés Kirsch considera al caminar y trotar como
constantes antropológicas. Estudios de antropología cultural sobre el
comportamiento del hombre primitivo, relativo a sus necesidades vitales y sus
costumbres, nos permite definir su antiguo habitat. 400 km2 les permitía
sufragar sus necesidades alimentarias a un grupo de entre 20 a 30 miembros sin
pérdida del equilibrio ecológico. Se deduce que necesitaban andar alrededor de
40 km diarios para lograr su sustento.
Hasta finales del siglo pasado el hombre gastaba el 90% de la energía
incorporada como alimento en trabajo muscular "físico", actualmente las
modernas y sofisticadas condiciones de vida no le imponen un gasto mayor al
1%.
Locuciones cotidianas como "curriculum vitae" (carrera de la vida), "¿cómo
va?, "con el correr de la vida", tienen seguramente raíz en la forma de vida
del hombre que la evolución no ha podido desterrar y tienen significado
filosófico. La historia lo atestigua: los corredores egipcios de El Amarna,
3500 años atrás; los indios Krako en Brasil; los Parekuna y los Tarahumaras de
México; los chasquis Incas, etc.
Poblaciones longevas
Leaf en 1985 y Mazess y Mathiesen en 1982 han estudiado a poblaciones
longevas como los Giorgianos del Caucaso, los Hunzas en las montañas de
Pakistan Oeste y los pobladores de Vilcabamba, en los Andes ecuatorianos. Como
común denominador adhieren a un estilo de vida fisicamente activo.
Poblaciones supuestamente libres de isquemia cardíaca
Evidencia más convincente sobre el valor del estilo de vida activo
tradicional viene de estudios de aculturación, en comunidades donde la
civilización occidental ha causado rápidos cambios pasando de una vida activa
a una sedentaria. Por ejemplo grupos de inuitas (esquimales) que han adoptado
un estilo de vida urbano moderno (Mainard, 1976; Carrier et al., 1972; Rode y
Sheppard, 1992; Bang et al., 1976)
Actividad física versus sedentarismo
El ejercicio físico influye positivamente en la conducción de una vida
regular, modula la alimentación cuali-cuantitativamente, modera el consumo de
alcohol, la adicción al tabaco y colabora en el control del estrés.
Cuadro 11: El sedentarismo y su influencia en los factores de riesgo.
El entrenamiento tiene preventivos efectos sobre:
- Trastornos posturales,
- Alteraciones de la columna vertebral,
- Trastornos de la regulación simpática,
- Hipertensión arterial,
- Arteriosclerosis,
- Insuficiencia coronaria,
- Infarto de miocardio,
- Obesidad,
- Diabetes mellitus,
- Enfermedades geríatricas y
- Alteraciones circulatorias periféricas.
Cuadro 12: Efectos preventivos del entrenamiento.
Resultado o proceso
Según Roy Sheppard mucha gente joven se ejercita "en función de sentirse
mejor", esto marca la importancia de los cambios a corto plazo, relacionados
con el proceso, los cuales no están asociados precisamente con los resultados
del fitness, ya que con los programas de ejercicios comunitarios usuales toda
ganancia en fitness se desarrolla muy lentamente. En contraste, los
participantes de edad avanzada persiguen la búsqueda de un incremento de la
sensación de bienestar, relacionado con el fitness, si bien es poco probable
que se logren mejoras en el fitness con los programas usuales comunitarios.
Promoción de la salud y la actividad física
El comité integrado por la Organización Mundial de la Salud y la Federación
Internacional de Medicina del Deporte, a través de su declaración, fechada en
Abril de 1994, recomienda:
- La actividad física diaria debe aceptarse como piedra angular de un
estilo de vida sano; por tanto la actividad física debe integrarse en los
hábitos cotidianos. Un primer paso lógico consistiría en usar escaleras en
lugar de ascensores y recorrer trayectos cortos en bicicleta.
- Hay que ofrecer a los niños y adolescentes las instalaciones necesarias
y la oportunidad de participar en programas diarios de ejercicio agradable
para que la actividad física se convierta en hábito que dure toda la vida.
- Es preciso animar a los adultos a aumentar su actividad física habitual
poco a poco, con el fin de que puedan hacer a diario por lo menos 30 minutos
de ejercicio físico de intensidad moderada, por ejemplo caminar rápido y
subir escaleras. Otras clases de ejercicios más fatigoso, como trote lento,
el ciclismo, los juegos de campo y cancha (fútbol, tenis, etc) y la
natación, pueden reportar beneficios adicionales.
- Conviene ofrecer una variedad de oportunidades y más estímulo a las
mujeres para que dediquen tiempo a ejercicios saludables.
- Se debe instar a los ancianos, incluso a los de edad más avanzada, -cuyo
numero va en aumento en todo el mundo-, a llevar una vida físicamente activa
para ,mantener su independencia de movimiento y autonomía personal, reducir
los riesgos de lesiones físicas y promover una nutrición óptima. Con ello se
facilitará su desempeño en la sociedad y sus relaciones sociales.
- Las personas con discapacidades o enfermedades crónicas deben recibir
orientación con respecto al ejercicio y contar con instalaciones apropiadas
a su capacidad.
- Es preciso divulgar ampliamente los beneficios que reporta comenzar una
actividad física a cualquier edad.
CITAS
1. Alheim, K.H.: "Schlank, fit, gesund",bibilografisches Institut Manheim.
REFERENCIAS
1. Ander Egg, Ezequiel. Un puente entre la escuela y la vida. Ed. Magisterio del Río de la Plata. Buenos Aires. 1995.
2. Buck, Carol. Despues de Lalonde: la creación de la salud. Promoción de la salud: una antología, Washington DC, OPS. 1996.
3. Brailosky, Antonio. La ecología y el futuro de la argentina. Ed. Planeta Tierra, BsAs. 1992.
4. Bohm, David. La totalidad y el orden implicado. Ed. Kairós, Spain. 1980.
5. Bös, K. u. Feldmeier, Ch. et al. Das lexikon für Gesundheitssport. Sportinform Verlag GmbH . Germany. 1993.
6. Chopra Deepak. Como crear salud. Ed. Grijalbo, México. 1990.
7. Cagigal, Jose María. Oh... deporte, anatomia de un gigante. Ed Minon, Valladolid. 1981.
8. Duch, Luis. La eduación y la crisis de la modernidad. ed. Paidos Educador, Barcelona. 1997.
9. Devís Devís, J. y Peiró Velert C. Nuevas perspectivas curriculares en Educación Física: La salud y los juegos modificados. INDE. Barcelona, España. 1992.
10. Devís Devís, J. Actividad física, deporte y salud. INDE, Spain. 2000.
11. Emmanuelle, Elsa. Educación, Salud y discurso pedagógico. Ed. Novedades educativas, BsAs. 1998.
12. Freire, Paulo e Iván Illich. La educación. Ed. Búsqueda, Buenos Aires. 1985.
13. Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. Ed. Siglo XXI, México. 1973.
14. Freire, Paulo. Pedagogía de la autonomia. siglo XXI, México. 1987.
15. Fromm, Erich. Psicoanalisis de ls sociedad contemporanea. Ed. Fondo de cultura economica, Mexico. 1956.
16. Fromm, Erich. El miedo a la libertad. Ed. Fondo de cultura economica, Mexico. 1956.
17. Ferriere, Adolfo. Problemas de educación nueva. Fransisco Beltran, Madrid. 1930.
18. Kotke,F., G. Stillwell y J. Lehmann. Krusen:Medicina Física y rehabilitación. Ed. Panamericana. Buenos Aires. 1991.
19. Kundera, Milan. La lentitud. Ed. Tusquets, Spain. 1995.
20. Kapra, Fritjof. El Tao de la Física. Ed. Sirio, Malaga. 1983.
21. Kapra, Fritjof. El punto crucial. Ed. Troquel, Bs. As. 1998.
22. Khaltaev, Nikolai. Inter-salud contra las enfermedades de la civilización. Revista Salud Mundial. 1991.
23. Kickbusch, Ilona. El autocuidado en la promoción de la salid. Promoción de la salud: una antología. Whasington, OPS. 1996.
24. Illich, Ivan. La pobreza planificada. Revista Bicicleta, Valencia, Spain. 1978.
25. Illich, Ivan. Némesis médica. ed. Joaquin Mortiz/Planeta, México. 1978.
26. Illich, Iván. Energía y equidad, desempleo creador. Ed. Joaquín Mortiz/Planeta, Mexico. 1985.
27. Labonte, Ronald. Estrategisas para la promoción de la salud en la comunidad. Promoción de la salud:una antología. OPS, Washington DC. 1996.
28. Lalonde, Marc. El campo de la salud: una perspectiva canadiense. Promoción de la salud: una antología. OPS, Washington DC. 1996.
29. Le Boulch, Jean. Hacia una ciencia del movimiento humano. Ed. Paidos. 1982.
30. Mellerowicz, H. u. Franz, W. Training als Mittel der präventiven Medizin. Perimed Fachbuch Verlagsgesellschaft mbH, Erlangen, Alemania. 1981.
31. Melzig, D. u. Sklorz, M. Richtig fitnesstraining. BLV Verlagsgesellchaft München, Alemania. 1981.
32. Morin, Edgard. El método: la vida de la vida. Ed. Cátedra. 1997.
33. Mur de Frenne, L. et al. Actividad física y ocio en jovenes, influencia del nivel socioeconómico. Anales españoles de pediatría, Vol. 46, nº2. 1997.
34. Milton, Terris. Conceptos de la promoción de la salud: dualidad de la teoria de la salud pública. La promoción de lsalud:una antología. Washintong DC, OPS. 1996.
35. Morris, Jerry y M. Collins. El ejercicio físico y la salud son indisociables. Salud Mundial. 1992.
36. Menegazzo, Carlos. El significado de la enfermedad y el sentido de la cura. en prensa. 1990.
37. Mc. Kinlay, John. Promoción de la salud por medio de políticas públicas saludables: la contribución de los métodos complementarios de investigación. Promoción de la salud: una antologia. Washington, DC, OPS. 1996.
38. Meinel, K y Schnabel, G. Teoria del movimiento. Ed. Stadium, Bs As. 1987.
39. Maslow, Abraham. El hombre autorrealizado. Ed. Troquel, Bs. As. 1983.
40. Magrassi, G.; May, m. Y Frigerio, A. Cultura y civilización desde latinoamerica. Ed. Busqueda, BsAs. 1982.
41. Marti, J. Hacia un programa de educación para la salud. Cuadernos de Pedagogía, nº 36. 1977.
42. Rousseau, J.J. Emilio o de la educación. Centro Editor de America Latina, BsAs. 1969.
43. Nutbeam, Don. Glosario de promoción de la salud. Promoción de la salud: una antología. Washington, DC, OPS. 1996.
44. Nutbeam, Don. La evaluación en la educación para la salud, una revisión de sus progresos, posibilidades y problemas. Promoción de la salud: una antología. Washington DC, OPS. 1996.
45. Odum, H. W. Understanding society, the principes of dinamyc sociology. New York. 1947.
46. Powel, K. et. al. Dimensiones de la promoción de la salud aplicadas a la actividad física. Promoción de la salud: una antología, Waashington DC, OPS. 1996.
47. Piñeira, Bernardino. El reencantamiento de la vida. Ed. Los Andes. Chile. 1993.
48. Rost, R. et al. Sport und Bewegungstherapie bei inneren krankheiten. Deutscher Ärzte-Verlag GmbH, Köln. Alemania. 1991.
49. Scheler Max. El puesto del hombre en el cosmos. Ed. Losada, BsAs. 1994.
50. Savater, Fdo. Etica para Amador. Ed. Ariel, Spain. 1991.
51. Savater, Fdo. El valor de educar. Ed. Ariel, Spain. 1997.
Para citar este artículo: Airasca, Daniel. Actividad Física y Salud. PubliCE Standard. 14/08/2002. Pid: 1.